MUJERES, QUÉ BONITO DARLES LA VOZ QUE SE MERECEN

El fin de semana pasado celebramos la primera Women Hackathon de emprendimiento en Valencia.

I Edición Women Hackathon Valencia

Las oficinas llenas de mujeres con ganas de trabajar, innovar y crecer. Aun así, creía que hacía falta dar voz y visibilizar el papel de las mujeres en los negocios y su evolución. Y, sin pensarlo más, cogí micro y cámara, y salí a la calle decidida a preguntar a todo tipo de mujeres, jóvenes, ancianas, altas, bajas, rubias, morenas.

Hablé con mujeres de edades avanzadas. Todas ellas decían haber emprendido, normalmente algún negocio tradicional como boutiques, pero lo mejor al escucharlas era la energía con la que contaban su historia del pasado. Creo que, en ese momento, cualquiera podría haber notado el brillo de sus ojos a 10 km a la redonda. No pudiendo estar más orgullosas de ellas mismas, todas aconsejaban a las mujeres de las nuevas generaciones que no se rindan y que no le demos demasiadas vueltas a las cosas antes de hacerlas. “No todo te va saldrá bien a la primera, pero no te quedes ahí. Actúa, porque la vida está para vivirla”.

Empowered Women

Con la energía que me transmitieron estas mujeres, seguí andando con ánimo de entrevistar a muchas más y conocer más historias apasionantes. Para ser un sábado a las 12 del mediodía, no había demasiada gente en el centro de Valencia, cuando, de repente, vi a lo lejos a un grupo de jóvenes adolescentes y, sin pensarlo, me acerqué. Iba con tanto entusiasmo que empecé a hacerles las mismas preguntas que al resto de mujeres y, cuando terminé, absolutamente todas se quedaron atónitas mirándome como si les hubiera hablado en chino. Realmente, no sé de qué me sorprendí, porque era de esperar. Durante esos segundos de silencio, creo que algo me hirió por dentro en lo más profundo. La gente joven no sabe qué es emprender ni conoce nada sobre el mundillo.

También me entró la curiosidad y fui a preguntar a unas mujeres de unos 20 años aproximadamente. Estas chicas sí sabían qué era emprender y tenían a su alrededor a familiares emprendedores. Sin embargo, cuando les pregunté a ellas si les gustaría emprender algún negocio, no sabían qué responder. A dos metros de ellas podía notar cómo dentro de sus cabezas resonaba todo el rato la siguiente frase: “Es que estoy estudiando…”. Estaban en un momento en sus vidas en el que sólo estudiaban, no hacían nada más, ni se lo planteaban. O, igual, no sólo en ese momento. Tenían que estudiar. Estudiar y ya veríamos que llega después. Si llega. Estudiar y fin.

Qué bonito darles la voz que se merecen

i nos paramos a reflexionar, las mujeres de edades más avanzadas habían luchado por construir su propio camino, y afrontaban los retos de la vida con emoción. Las más jóvenes no tenían muy claro hacia dónde querían dirigirse, pero les resultaba interesante lo que escuchaban y no descartaban hacerlo en un futuro.

Gracias a todas las que aportasteis vuestro granito de arena y nos disteis la oportunidad de mostrar al mundo que hemos cambiado. Que somos capaces de conseguir lo que nos proponemos. Que somos capaces de revertir los datos.

Como experiencia personal, sólo diré “Qué bonito darles la voz que se merecen”.

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